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hojita de la
Crónica
Fundador:
Bernardo Carlos Casas Tlaquepaque,
Jal., 6 de enero de 2022
No.
63
G O E T H E
(1749-1832)
un
poeta admirado
Por
Bernardo C. Casas
En este año (2022) se cumplen 190 años
de la muerte de Johann Wolfgang von Goethe, el escritor más famoso de la
literatura alemana. Dentro de diez años, cuando ya nosotros no estemos aquí, el
mundo volverá los ojos a él y será objeto de gratos recuerdos, dirán que fue el
autor armonioso y equilibrado, volverán los comentarios sobre su vasta obra y
seguramente nuevos estudios, que ya se empiezan a preparar desde ahora sobre
Goethe, atraerán a los nuevos lectores.
No cabe duda que el conocer la obra de
buenos creadores mucho depende de cuestiones políticas y religiosas; a Goethe
en su momento pocos lo conocieron en España y, como este viejo país dominaba a
México, menos aún conocieron en su tiempo los mexicanos la obra de Goethe.
España sumida en su mal entendida religión, no podría haber visto con buenos
ojos al literato protestante alemán, como si no fuera el mismo dios al que
ambos adoraban. (Imagen de Google)
En
este número escriben: Juan Manuel, Ripio, Nodehar D´Sckrevir y Bernardo C.
Casas
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Un
pequeño desvío del camino por donde vamos hablando de Goethe es sólo para
ilustrar lo dicho en el párrafo anterior. Cuando Agustín Yáñez, católico de
cepa, NO quiso leer la obra del brasileño Jorge Amado, porque Amado, autor de Doña Flor y sus dos maridos, era
comunista. Si don Agustín hubiera vivido un poco más, seguramente no habría
leído jamás, jamás, jamás a Reinaldo Arenas, autor cubano de Antes que anochezca, una obra fuerte,
que para algunos críticos, solo pudo haber sido escrita por algún homosexual
muy versado en esa práctica, pues inspira “a veces asco, otras sencillamente
cansancio” (Wolfgang Vogt, Latinoamérica,
México, Guadalajara p. 101). En efecto, Reinaldo Arenas, tuvo problemas por
ser homosexual, con el gobierno de Castro en su Cuba natal.
Sin
embargo, curioso es que sea por autores cubanos de los inicios del siglo XIX
que la obra del alemán Goethe empezó a ser conocida en América Latina. Ellos
son: Domingo del Monte y Alponte y José de la Luz y Caballero. Un alumno de
José de la Luz, Antonio Angulo y Heredia se exilió en México y a él se debe el
conocimiento que sobre Goethe se tuvo en nuestro país desde 1829.
Ya
durante la segunda mitad del mismo siglo, Goethe no sólo era conocido en la
capital sino también en los círculos culturales de Jalisco. Al parecer lo
tradujo del alemán, en algunas obras, José María Vigil al igual que a Schiller.
En Jalisco también José López Portillo y Rojas se refirió a la obra del poeta
alemán.
México
en general admira y admiró la obra de Goethe. José Vasconcelos sería en todo
caso la excepción en el siglo XX, porque
para Vasconcelos el bardo germano era un pagano que sólo por eso, merecía
ser descalificado.
De
esa manera volvemos a lo dicho en un principio: cuántas veces estorban la
política y la religión para disfrutar de las buenas obras.
Esperamos,
de corazón, que la obra de Goethe sea en el año 22 más leída por nuestros
jóvenes valores para que de las enseñanzas del poeta, hagan un tercio de humanismo
que lleven en su espalda como carga gozosa por los días de su vida, los jóvenes
de ahora.
+++
¿Por
qué creemos en cosas raras?
Por
Juan Manuel
La
motivación inicial —creo yo— sería dar respuesta satisfactoria ante una duda o
un hecho dado que de inicio nos asombra o sorprende. Leí en alguna parate que
cada vez que la ciencia explica un hecho, un dios apaga su poder, no la
recuerdo completa pero ese es el sentido. Iluminar el engañoso camino de la
ignorancia.
Aquí
va otra cita esta sí literal, Ariel Dorfman (autor de la clásica “Para leer al
Pato Donald) decía en relación al libelo conocido como Selecciones del Reader’s
Digest” es un manual turístico para la geografía de la ignorancia”. Claro, está
hablando de la letra impresa en papel cuando las referencias
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principales
a dudas, comentarios o investigaciones eran los textos en papel. Sí, créanme
hubo una época así, bastaba decir al profesor en clase “maestro yo leí que. .
.” para que el comentario tuviera algún valor o por lo menos se considerara,
claro no era una patente de corso para dar
validez a cualquier dicho, pero había una duda razonable que provocaba
un impasse. Hoy, los tiempos han cambiado y creo no ser el mejor referente para
hablar de actividades que en el mejor de los casos las considero rituales. Iniciáticos
verbos como chatear, goglear, guatsapear (ni siquiera lo sé escribir) son
materia ignota a mi universo.
Pero
volviendo a las rarezas en las que creemos les platico de un tema que en este
último mes del año —Juan Manuel entregó su colaboración a tiempo, pedimos
perdón por lo tardío de la publicación— me parece conveniente recordar: el mito
genial de que existe un día que puede ser considerado el más triste del año, o
sea de cualquier año, porque el de este ya sabemos todos, fue el día en que la
egregia figura del más mexicano de los rancheros nos abandonó (el domingo que
Chente dejó de cantar aunque aplaudimos).
Hace
ya algunos años un sicólogo de nombre Cliff Arrall tuvo la genial ocurrencia de
darle el nombre de “Bue Monday” o el día más triste del año a una fecha que
calculó con un fórmula matemática y datos que él consideraba como variables
iban desde el clima y el nivel de deuda contraída hasta el ímpetu de cumplir
propósitos a estas alturas huelga decir lo relativo (por decir lo menos) de
unir estos elementos con signos matemáticos y algebraicos sólo para que se den
una idea les comparto la fórmula:
[W+(D-d)]TQ/MxNA
Pero
evítese complicaciones, el “Blue Monday “
cae en el tercer lunes de enero de cada año (a veces varía para darle emoción
al asunto).
Un
último comentario, esta “investigación” fue subvencionada por una empresa que
agenda viajes con origen en Reino Unido, llamada Viajes cielo (Sky Travels) y
que suponemos buscaba motivar el uso de sus servicios en una temporada “baja”.
Por cierto si se pregunta cuál es el contrario, es decir el día más feliz del
año, el mismo doctor investigador, sicólogo la ubica en junio aproximadamente
la tercera semana. Avisados están.
*
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Dice
Ripio
Antes,
los que no tenían para comprar zapatos, calzaban tenis; hoy, los que no tienen
para tenis, compran zapatos.
+++
Hablando
sobre tenis
Por
Nodehar D’Sckrevir
Cuando
Ripio me contó acerca de su reflexión sobre el calzado tenis me dieron ganas de
saber más sobre el mundo de las zapatillas de goma, y, como yo soy de aquellos
ayeres, pues soy de aquellos amantes a la antigua que vio el desplante en la
moda de prendas de mezclilla, tenis y minifalda, por allá por el 70, me puse a
indagar y encontré tenis caros y baratos. Mucho muy caros unos, no tan baratos
otros. Pero, su majestad el teni, reinará muchos años más para engordar, hasta
reventar, la fortuna de los fabricantes. Hay mucho dinero de por medio.
Los
que manejan el negocio saben del frenesí que causan cuando lanzan un calzado
deportivo. Se las arreglan para que luzcan sus zapatos de goma en los pies de
un personaje de moda y de allí, los fanatizados quieren calzar igual. Calculan
los expertos que de ahora al 2025 las ganancias por este calzado serán de 95
mil millones de dólares. De manera que, si no tienes qué hacer, compra y vende
tenis.
+++
Pocos construyen, muchos
destruyen
Bernardo
Carlos Casas
Quizá
todos los pueblos, grandes y chicos, sean pasto de la rapiña, pero de que
Tlaquepaque lo es, lo es. Porque rapiña no es solo robar en efectivo dinero y
joyas es destruir o enajenar lo que ya se tenía como activo, porque ese activo
destruido o enajenado costó al pueblo de Tlaquepaque y no a otro, ni a otros.
Vayamos
al meollo del asunto:
Caso 1.- ¿Cuántos millones costó el terreno
que, sin oponerse, los regidores pasados regalaron a la UdeG? Son 55 hectáreas
que don Porfirio Cortés Silva compró con dinero del pueblo en el Cerro del
Cuatro, con el fin de beneficiar al ciudadano de Tlaquepaque. El día que murió
ni una esquela mereció de parte
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de
los que quedaron bien con la UdeG, saludando con sombrero ajeno. Las protestas
del pueblo de nada valieron.
Caso
2.- En qué le benefició a Miguel Castro haber vendido el Club Atlas. Era un
bien, adquirido por igual que las 55 hectáreas, por don Porfirio.
Caso 3.- Con quién quedó bien Miguel Castro al
destruir el Núcleo de la Feria Valentín Gómez Farías.
Caso
4.- A quién beneficia el gobierno municipal al pagar el servicio de consumo
eléctrico del Parián. ¿Acaso los dueños de las tabernas están muy pobrecitos?
Si el más chimuelo masca tornillos.
Caso
5.- ¿Era necesario destruir los tres arcos que existían opuestos perpendiculares
a la calle Independencia a la altura del eje donde nace la calle Obregón hacia
el norte y Herrera y Cairo hacia el sur? Yo le pregunté a dos regidoras
turulatas de esa administración y me dijeron que eso acordaron porque ahí se
orinaban los borrachos. Fue Marcos Rosas el destructor, hombre que si en vez de
haber sido alcalde de Tlaquepaque hubiera sido gobernador de Jalisco, hubiera
ordenado: tumben la catedral, y los arcos de Vallarta pues también ahí se
orinan los beodos.
Caso
6.- El saqueo de las obras de arte es otro de los puntos débiles de
Tlaquepaque: ¿Dónde está el San Pedro de Felipe Villalpando que colgaba en la
nave izquierda de la parroquia? ¿Dónde están los óleos: Cristo yaciente, de
Francisco de León; y Jesús de Betania, de Nicolás Rodríguez? Estaban en La Soledad.
Son cuadros muy valiosos, que como pueblo mágico deberíamos de presumir.
Dentro
del mismo punto, ¿dónde está el primer galardón presidencial del Premio
Nacional de la Cerámica, obra de Ángel Carranza? La Batalla del Puente de
Calderón.
Punto
7.- ¿Quién tiene en su casa 1500 obras de la literatura Universal que
conformaban la biblioteca de la Galería López Portillo? Ahí estaba la obra Suma
Teológica de Tomás de Aquino en cuatro gruesos tomos forrados en piel.
Punto
8.- ¿A dónde fueron a parar los manuscritos de José López Martínez? También
estaban en la galería del punto anterior.
Punto
9.- ¿Quién conoce el paradero de los libros de cabildo de 1977 hacia atrás?
¿Están perdidos, o escondidos?
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Punto
10.- Para que destruyeron el arco que adornaba la calle Contreras Medellín y
Donato Guerra; era parte de la arquitectura exterior que adornaba El Refugio.
Conclusión
Diez
puntos no lo es todo, nuestra indolencia va desde perder gran cantidad de
terreno hasta permitir la destrucción del casco de la hacienda La Calerilla.
La
tierra se nos ha ido de las manos desde que Guadalajara decidera que Tetlán y
San Andrés, eran de ella, sin más compensación a Tlaquepaque por la rapacería,
luego, perdió Tlaquepaque San Rafael, luego la Garita y después, como los uña
larga de hacendados, fueron los tapatíos recorriendo su alambrado hasta llegar
a la calle Río Atotonilco, en plena colonia Atlas. Si así sigue de rapaz,
Guadalajara va a llegar hasta el kiosco del Parián.
Y
nosotros TAN DEJADOTES.
En
vez de seguirnos dejando, deberíamos de reclamar los terrenos de la hacienda de
San José del Valle, son nuestros por decreto número1367del Congreso del Estado, dado el día 29 de diciembre de 1910… y sigue vigente el decreto 1367 pues no
ha habido un contradecreto.
+++
Comentario
del día
Mientras
que en estos días la NASA envía al espacio un enorme telescopio más potente que
el Hubbe, Rusia se enorgullece de ganar un ápice en la carrera armamentista con
un misil especial. Por el telescopio James webb, (nombre del nuevo mira lejos)
tal vez dentro de poco tiempo sabremos de dónde venimos o si estamos solos en
el Universo. Por este aparato vamos hacia fines altos y nobles. Por los misiles
de Rusia vamos hacia fines bajos y ruines.
+++
PASTORELA
DE TATEPOSCO
La pastorela de Tateposco es una representación
del nacimiento de Jesús que a estas alturas ha logrado situarse en un alto
nivel de aceptación, gracias a la difusión que en su libro sobre Teteposco,
Felipe Reyes le imprimiera. La tradición viene desde tiempos muy lejanos y se
dice que cuando los pastores pasean
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al niño sobre los enfermos acostados en la calle,
pesa el muchacho santo enormidades, pero las personas se alivian.
Foto de la pastorela, cortesía deL Prof. J.
Ascensión Pajarito
+++
DICHOS
Y REFRANES POCO CONOCIDOS
36 Con mujer que tiene dueño, ni por sueño.
37 Con arte, paciencia y buen modo, se consigue todo.
38 No todo se alcanza a punta de lanza; con palabritas
melosas se consiguen las más de las cosas.
39 Todas sus cruces llevan, unos a rastras y otros a cuestas.
40 Una gota de hiel hace amarga mucha miel.
41 Quien de mucho mal es ducho, poco bien se le hace mucho.
42 A costa de los campos viven en los pueblos miles de vagos.
43 No bebas agua que no veas, ni firmes carta que no veas.
44 Agua fresca la da el jarro, no de plata, sino de barro.
45 Aguja, sastre y dedal, os darán por medio real.
*
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Porfirio
Díaz
Bernardo
Carlos Casas
Vamos
a platicar sobre un personaje de la Historia
de México, que para algunos
mexicanos es digno de odio, y para otros es digno de alabanza…
Cierto
es que la Historia de México siempre ha sido pintada como negra o como blanca,
como roja o verde, como liberal o conservadora y, muy pocas veces en su real
dimensión…
A
nuestro personaje no falta quien lo vea liberal, pero sobra quien lo vea
conservador…
Pero,
muy pocos lo ven como mexicano…
Se
trata de Porfirio Díaz.
Respecto
a San Pedro Tlaquepaque, sabemos que estuvo aquí. Recibió las atenciones
particulares de la familia Camarena y las del pueblo en general. El pueblo lo
aclamó desde Tateposco hasta el centro de la villa alfarera. Las calles de San
Pedro por las que pasó fueron tapizadas de flores. Los alfareros y los
estudiantes gritaban porras a su paso y lo enaltecían al grado de benefactor.
Esto fue el 7 de enero de 1887.
Los cronistas honorarios y el cronista municipal, estamos gestionando la colocación de una placa en la casa donde descansó.
Aquellos lectores, que en las biografías de personajes tienen el centro de sus lecturas favoritas, hallan interesante la biografía de Porfirio Díaz, en razón de su origen humilde, y su final, como primer mexicano de la nación, de medallas coronado.
Fue
tan humilde su origen que nació en un mesón. Su padre era el encargado de la
posada, y dejó huérfano al niño Porfirio cuando este apenas contaba con tres
años, por tanto, desde pequeño hubo de trabajar como aprendiz de zapatero y
carpintero para ayudar con los gastos de la casa, pues, su madre viuda, tejía
para mantener a tres hermanas y a Félix, el más pequeño de la familia.
Terminó
primaria y fue admitido en el seminario, donde por su carácter osco y su figura
fortachona lo apodaron “El Chayote” (espinaba a todo aquel que se le acercaba),
algunos biógrafos sugieren que bajo la sotana de seminarista cargaba machete.
Ya
en los estudios de teología fue invitado por un magistrado para que le diera
clases de latín a su hija, lo que le dio la ocasión de conocer la forma de
pensar de los liberales, cosa que le agradó, y no obstante las lágrimas de su
madre, pues estaba a un año de cantar su primera misa, fue matriculado en el
Instituto de Ciencias y fue alumno de Benito Juárez en algunas materias, en la
carrera de abogado.
En
1854, cuando casi terminaba su carrera de abogado, Santa Anna, quiso reelegirse
una vez más y Porfirio acudió a las urnas, pero si las tales urnas, no eran más
que una lista para decir, sí o no. Sí a favor, no en contra. Porfirio tuvo duda
y los funcionarios de casilla lo invitaron a que firmara sí, pero él, en el
lugar de NO, puso el nombre de Juan Álvarez y
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salió
corriendo, antes que los encargados lo persiguieran y se internó en la sierra.
Santa
Anna fue derrocado y Porfirio obtuvo el cargo de delegado del distrito de
Ixtlán en Oaxaca, empleo que cambió por el de capitán dentro de la Guardia
Nacional, cuando Benito Juárez era gobernador del Estado de Oaxaca.
Cuando
estalló la Guerra de Tres Años Benito Juárez había alcanzado la presidencia de
la República, pero los conservadores dieron golpe de estado y ocasionaron que
su gobierno fuera trashumante por tres años. En tanto Díaz iba de ascenso en
ascenso: de capitán pasó a mayor en el 58, dos años más tarde a teniente
coronel, luego a coronel.
Los
liberales triunfaron y Porfirio fue elegido diputado federal; como tal se
desempeñaba cuando supo del asesinato de Santos Degollado. Pidió entonces
licencia a la diputación para perseguir a los asesinos y se incorpora a las
fuerzas de Jesús González Ortega. En la batalla de Jaltlaco desempeñó un papel
importante contra los conservadores, de manera que en octubre del 61, por sus
acciones bélicas, alcanzó el grado de general brigadier. Para entonces su
nombre empezaba a tener resonancia nacional.
Al siguiente año los franceses atacaron la ciudad de Puebla defendida, entre otros muchos por Porfirio Díaz. Ante la derrota Ignacio Zaragoza no persiguió al enemigo, pero Díaz lo hizo sin ocasionarles mayor daño. Sin embargo en el reporte de guerra del mismo Ignacio Zaragoza no menciona tal hecho, apenas si se refiere a la actuación de la división Oaxaca al mando de Porfirio Díaz.
Al
siguiente año los franceses volvieron al ataque en Puebla. De nuevo Díaz, bajo
el mando de González Ortega estuvo al frente de batalla y esta vez fue hecho
prisionero y cuando lo conducían de Puebla a Veracruz se pudo escapar y
apareció en México justo cuando Juárez se preparaba una vez más para la
aventura trashumante de su gobierno. Juárez le encomendó a Díaz el Ejército de
Oriente y puso a su disposición 2800 hombres. Por la acción de Puebla el
gobierno lo ascendió a General de División. Como jefe del Ejército de Oriente,
jamás abusó de los préstamos forzosos para pagar a su gente, aunque se vio en
los extremos en cuestión de alimentación y pertrechos de guerra.
En
junio del 64 llegó Maximiliano y quiso sobornar a Porfirio para que cambiara de
bando. Mucha gente de Porfirio lo hizo, pero él permaneció fiel a la nación,
por tanto, se convirtió en un militar de muy alto peligro para el gobierno
imperial que lo anduvo persiguiendo hasta capturarlo y llevarlo preso a San
Juan de Ulua. Trasladado al convento de Santa Catarina de donde pudo escapar no
obstante la extremada altura de los muros a través de una reata que alguien de
sus simpatizantes le hizo llegar. Afuera lo esperaba un hombre y dos caballos.
Habían pasado nueve meses.
El
resto del año 1865 organizó una pequeña partida de cien hombres, quienes
seguido hostigaban al gobierno. Porfirio había decretado penas severísimas para
su gente si la encontraba robando o estafando.
En
septiembre del 66, Porfirio se sintió fuerte como para emprender un ataque
formal. Contaba con la gran ayuda de Manuel González, un soldado que había sido
conservador y de su hermano Félix y la emprendió contra la guarnición
imperialista de Oaxaca y fue repelido. Se retiró al pueblo de Miahuatlán, hasta
donde los imperialistas lo persiguieron. Díaz no se desalentó, al contrario,
ordenó a su gente afrontar la situación hasta sus últimas consecuencias y logró
la dispersión. Tuvo como botín de campaña 1000 prisioneros franceses, dos
cañones de montaña y gran cantidad de municiones.
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Días
después, el 8 de octubre se decidió atacar la ciudad de Oaxaca, en eso le informaron
que venían fuerzas imperialistas de México para apoyar a los sitiados y Días
fue a su encuentro. Los esperó el Cerro de la Carbonera y les infligió una
derrota completa de manera que fue dueño de todo el armamento y entonces pudo
tomar Oaxaca sin mayor dificultad de manera que al final del 66 Oaxaca estaba
libre de imperialistas.
Para
el 67 los imperialistas se tambaleaban en el poder. Los triunfos del Ejército
de Oriente, los avances de Mariano Escobedo en el norte y los adelantos de
Ramón Corona en Occidente, ponían en aprietos Maximiliano, quien al final fue
fusilado.
Juárez
y Díaz habían empezado a tener diferencias por cuestiones políticas de manera
que Díaz propuso a Mariano Escobedo y a Ramón Corona que sortearan la
presidencia de la República entre ellos tres. Escobedo respondió que él solo
era un soldado al mando del gobierno y al no tener respuesta se dedicó a
preparar la entrada triunfal de Benito Juárez a la ciudad de México.
Díaz
esperó que Juárez lo invitara a subirse al carruaje presidencial pero Juárez
solo se limitó a decirle: “Hola Porfirio”, salvó la situación Sebastián Lerdo
de Tejada, que venía en el coche inmediato de modo que, Porfirio entró a la
plaza que había ganado para Juárez confundido entre el montón.
Vinieron
las elecciones y ganó Juárez a Porfirio. En 1871 volvieron las elecciones y de
nuevo triunfó Juárez, ante lo cual, Díaz lanzó el Plan de la Noria donde
proclamaba el “sufragio efectivo, no reelección”.
Por
fin llegó a la grande silla y de ahí no se bajó hasta que lo bajaron en 1910.
Siendo
presidente de la República vino a Tlaquepaque y fue bien recibido aquel 7 de
enero de 1887.
La Hojita de la Crónica,
órgano cultural de la Crónica y los Cronistas Honorarios, sin frecuencia de
aparición. Misión: promover la Historia de Tlaquepaque. Fundador Bernardo
Carlos Casas, 8 de enero de 2020. Colaboradores fundadores: Vicente Moreno,
Juan Manuel, José Antonio Galán Amézquita, Bececé, NödeharD´Sckrebir, Isaac
Padilla.
No. 63, 6 de enero de 2022.
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