la hojita de la
Crónica
Fundador:
Bernardo Carlos Casas Tlaquepaque,
Jal., 30 de noviembre de 2020 No.
29
Agustín
González García
—Escultor
contemporáneo—
Hojita. . .2
Entrevista: Angélica Pratt
Enríquez
Agustín
es un gran escultor de Tlaquepaque en cuyas obras plasma su espíritu y en cada
una de ellas deja su corazón. Las ama a todas por igual, como si fueran, de
hecho son, sus hijas del arte, y cada una de ellas, como en la vida, son diferentes;
sólo que andan desperdigadas por ahí, pero en buenos sitios, y hasta en los
altares. Es por eso que Agustín vive feliz.
No es un hombre grande, no es
un hombre chico, por su físico se puede decir que es un maestro: tez blanca,
ojos hundidos, ceja poblada, pelo entrecano y enmarañado, risa sincera y fácil;
parece un extranjero que enseña su arte a los nativos. Pero en cuanto a su
espíritu, parece nativo: un nativo noble, humilde, servicial, como son nuestros
nativos, y han sido siempre.
En efecto, Agustín es de aquí, en nativo de Tlaquepaque, nació en Donato Guerra 218, el 28 de mayo de 1952; es del barrio de San Juan, hijo de Salvador González Gutiérrez y de Benita García Calzada, Agustín es el tercero de la familia González García.
La vocación por el arte
escultórico le nace a raíz de ver a su padre hacer juguetes de madera, para sus
niños, para Agustín, para sus hermanos. Eran juguetes de aquellos que a su progenitor le
divertían cuando niño y que él mismo labraba. Fue testigo, Agustín, de cómo
elaboraba su papá un tosco trompo, que ya pulido servía para jugar. Araditos de
palo, yugos de juguete y otros chirimbolos o artefactos con los cuales don
Salvador se divertía en su rancho. Fuera la gente pobre o rica los cacharros
para jugar, eran de madera. Si bien había troquitas de hoja lata y muñecas de
vinil y plástico.
La tierna infancia de Agustín
pasó como suelen pasar esos años, esos meses y esos días, entre sueños de
grandeza, juguetes de palo, penitencias del cura y capirotada de semana santa.
“nos regañaban porque jugábamos” dice Agustín muy sonriente de recordar
aquellos días.
Al inicio de la
pubertad, ya en secundaria, le dio por hacer figuras de barro y de madera, las
cuales, regalaba entre sus amigos. Ellos lo animaban a que las siguiera haciendo,
acaso en su interior sentía como si le dieran a tomar una cucharadita de ánimo,
jarabe que en todo tiempo reanima y es buen tonificante para seguir adelante.
Adelante siguió
Agustín, ya no paró, pocos fueron los estímulos pero fueron sinceros y él, los
tomó en serio, de modo que las decepciones las superó con trabajo y dedicación.
Hojita. . . 3
Todo aquel que se dedica suele
salir adelante. Ya en prepa, el propio
Agustín, tuvo la experiencia de vender su arte semiprofesional, a cierta casa
comercial, empresa como todas las demás, paga barato y vende caro. Le pagaron
sus cuatro ángeles a precio de barro, en vez de ganar perdió, pero esa
decepción no le afectó: no les volvió a vender, y lo que pudo haber sido un
complejo que lo tomara en serio y lo desanimara, fue un acicate que le ayudó
para estar en el camino del éxito.
El éxito no viene por sí solo,
es un fauno que anda por las nopaleras tocando su flauta mágica, pero cuando el
profano lo halla, le canta las mañanitas, lo encanta y la presta la llave de la
superación.
Agustín se superó, y dice: “Si
bien mi primera obra fue un arcángel de madera, cuyo comprador le puso mil
reparos para pagármela barata, la que yo considero como la del arranque fue un
elefante de tres metros y medio, en madera, que trabajé junto con el señor
Jorge Zaragoza. Nos pagaron cien mil, pero el trabajo bien valía 300 mil pesos.
De ahí en adelante empecé a exhibir mis producciones en la presidencia de aquí,
en el Refugio, en la Casa de Cultura de Guadalajara, en el ex convento del
Carmen, Patio de los Ángeles, Ajijic, en la Casa de las Artesanías de Jalisco y
en Los Ángeles, Cal.”
González García ha recibido
reconocimientos a su labor como artista de la madera del propio Ayuntamiento,
de Mascota, de Reactiva Jalisco y de Celanese de Ocotlán.
Por otro lado celebra estar en
medio de una familia dedicada al arte: su hermano mayor, Fernando, es
guitarrista; José de Jesús es pintor y músico; Carmen, decora en hoja de oro y
José Luis hacía cruces en herrajes, ahora los hace su hija. Su hijo Alejandro
estudió animación y su hija Julieta dibuja y sigue estudiando
Casi todos los ejecutantes de
arte en Tlaquepaque pasan por momentos de extrema dificultad, pues a veces
“nada el pato y a veces ni agua bebe”, pero, dice el dicho, llórate pobre y no
solo, Agustín no está solo, tiene en su gremio compañeros como Jaime Panduro,
Carlos Bustos, Mario Reyes y pertenece a la Casa del Artesano, de manera que
las penas, se vuelven buenas con una
panecito de los que hornea Peter Pan, Pedro Reyes, primo de Mario Reyes. Además
a Agustín, le llena de gusto que Jennifer Mare, fotógrafo estadounidense le
haya hecho un libro ilustrado con sus obras, y mucho le honra también que el
fotógrafo Gary Geiger incluyera en su libro algunas obras de Agustín.
Primeramente
se concibe la idea, y ya teniendo la idea en su mente la dibuja, posteriormente
tiene que pensar en el material que va a utilizar, buscando el más apropiado
como por ejemplo la madera que no es fácil conseguir por ser de grandes
dimensiones y pesada. Ya que se tiene la madera se traza en ella la figura para
luego comenzar a desbastar que no es otra cosa que ir quitándole a la madera
los trozos que le estorban y así va dándole forma al objeto que quiere lograr y
por último se lija la figura para darle la terminación que se requiera, ya sea
textura rugosa o tersa.
Hojita. . . 4
Agustín tambien
imparate clases de escultura en su taller.
Finalmente ve en los
jóvenes el futuro de la nación y agrega:
“Que no desistan, que
sigan el camino que sus anhelos tienen. Al principio es difícil, pero después
sobresaldrán en su empeño, dice que este arte es recomendable siempre y cuando
les guste y sientan que es su vocación.”
*
Lo
santo no quita lo iracundo
Hemos
visto a lo largo de estos 29 números, cómo no estamos tan libres de culpa, que
podamos arrojar la primera piedra. Aún los señores de quienes los cristianos
piden predicación con el
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Ejemplo,
porque son sus guías espirituales, tienen culpas. Todo el culperío tiene su
origen en el género humano: somos humanos y estamos sujetos a las pasiones,
aunque hayamos jurado por nuestra fe, vencer los vicios. Es humano enojarse en
grado superlativo: en nosotros los pecadores es pecadote, en los señores de la
jerarquía eclesial es pecadito, ES UN SANTO PECADO.
El
caso que el cura primero que tuvo la parroquia de San Pedro, don Juan Nepomuceno
Ramírez y Zavala mandó decir a sus superiores que el padre Arguello tenía
rasgos de locura . . . que él, Nepomuceno, no podría soportar la infamia, de
que la Mitra, le hubiese dado tanto poder a Arguello.
El
documento en el Archivo del Arzobispado dice así: “El
Sr. Cura Juan Nepomuceno Ramírez y Zavala pide al gobernador de la Mitra, Don
José María Aristoasena que de ninguna manera tenga tratos con el padre
Arguello, tiene rasgos de locura y que lo tratara con tiento hasta donde su
paciencia se lo permita, y que si la Mitra le ha dado poder al P. Arguello para
que continúe en su lugar, él no podrá sobrellevara esa infamia.
San
Pedro, dos de enero de 1863 (Archivo del Arzobispado, caja 1, parroquias)
*
Cosas
nuevas en San Pedro
Estatua al niño de las gallinas
en Guillermo Prieto e Independencia
*
Hojita.
. . 6
Cosas
que afean al pueblo mágico
Un montón de equipales
a la vista del turista en el portal oriente de El Parián
*
Refranes
raros o poco conocidos
4 Boñigas hacen
espigas.
5 Pide a Dios y a los
santos; pero echa estiércol en tus campos.
6 Quien nada en la
abundancia, lo mismo vive aquí que en Fancia.
*
Les
negaban los sacramentos
A nuestros muy ilustres
antepasados les negaban los sacramentos, si no cooperaban. Mire: “Los hijos del
pueblo de Tlaquepaque, principales y diputados piden a su ilustrísima, los
ampare, pues el padre vicario no quiere administrarles los sacramentos, con el
pretexto de que las obenciones que tiene no son bastantes. Ellos argumentan,
que los ornamentos, vasos sagrados, cera, vino etc., todo lo costea el pueblo,
por tanto piden un arancel.
Contesta Nicolás Carlos,
Obispo de Guadalajara, que sigan ayudando en lo que hasta ajhora han hecho, y
que los mayordomos no hagan gastos extraordinarios. Nicolas Carlos les contesta
el 21 de junio de 1727)
(Caja 1, expediente 26,
carpeta 1725)
*
Hojita. . . 7
La
máquina de escribir
Quien hablaría de pensar que la
máquina de escribir llegara a su fin, si en el siglo 19, fue uno de los
inventos más gloriados junto con la bicicleta, el telégrafo, el teléfono, el
automóvil, el foco, el gramófono y otros inventos más, de manera que se llegó a
decir que la humanidad no conocería mejor siglo que ese, “pues qué más se
podría esperar”
La cosa es que al final de
siglo 20 el aparato aquel que hacía tipos a través de una cinta y dejaba en el
aire un sonido característico fenecía en todo el mundo, menos aquí.
Don Marcos (en paz descanse),
presidente municipal, regaló en 1995 una máquina nuevecita, sin desempacar, al
Círculo de Estudios Históricos de San Pedro Tlaquepaque (mucho nombre y cero
estudios) para que tuviera “donde” escribir sus investigaciones, además les
otorgó 500 pesos cada mes para desahogo de sus juntas mensuales, sus cafecitos,
pastelitos y refrescos, vigente la lana, mientras él, presidente.
El famoso círculo murió virgen
sin ser mártir, pues en su vida útil nunca contribuyeron con una letra al
beneficio cultural del municipio, lejos de eso, enredaron las pitas al afirmar
siempre, que El refugio había sido construido desde 1859, que Tlaquepaque tenía
fecha de fundación y también sostenía que en la casa 208 de la calle
Independencia se recibió a Hidalgo y que allí se había proclamado en 1821 el
respaldo al Plan de Iguala.
Hoy nada de eso no lo podemos
afirmar con la verdad en la mano, lejos de eso se vislumbran nuevas
investigaciones, sobre todo, en el caso de la casa que tal vez no tenga por qué
ser más tiempo, catalogada como histórica
Me acuerdo bien de todo eso
porque yo, en cambio, escribía a mano, en el cuarto marcado ahora con el número
307, en el patio del Mango, en el Refugio, sobre una mesa de cerveza Carta
Blanca, el libro 1, Santa Anita, sin retribución ni qué nada, menos 500 para
cafecitos.
Magias de las máquinas de
escribir, sin duda y maquinaciones contra mí, que han de brillar mi corona de
martirio, pero no de virgen.
*
Por el Norte
de Jalisco: plaza de Huejúcar
*
Hojita. . . 8
Libros
recomendados para cronistas
LEEMOS MEDIO LIBRO POR AÑO, EL
PROMEDIO MUNDIAL ES CUATRO EN SU NIVEL BAJO, VAMOS APURÁNDONOS A LLEGAR A LA
MEDIA MUNDIAL, TAN SIQUIERA:
Tal vez nos haga bien leer estos libros para tener
varillas y cemento para nuestras columnas literarias:
Gramática y redacción, Paul C.
Jagot. Rasgos de buen humor, Alberto
M. Brambila Pelayo. Ejercicios
lexicológicos para el buen aprendizaje de la lengua española, Miguel
Salinas. El arte de hablar bien y con facilidad, Paul C. Jagot. El castellano de los clásicos, Félix
Restepo, S.J. Pasado, presente y futuro,
autores: LL, EE y TF. Gramática
española, segundo libro; Emilio Marín. Ortografía
castellana, Manuel García Pérez. Dos
cursos de redacción práctica, Martín Alonso. Ideas y trucos para mejorar el vocabulario, José Serra. Cómo hablar y escribir correctamente,
Julio de la Canal. Cincuenta
composisiones en verso, José María González. La escuela del orador, Alfredo Reina Reguera. La formación del estilo, Luis Alonso Schokel, S.J. Elementos de Gramática española, D.
Andrés de Manjón. El arte de escribir y
la formación del estilo. Antonie Albalat. El arte de escribir con facilidad, J. Ladrón de Cegama. Ortografía racional y ortografía empírica,
Alberto Valenzuela Rodarte. Gramática
española, 1° libro, Emilio Marín. La
cocina de la escritura, Daniel Cassany. Cómo hablar bien en público, Dale Carnegie. Lectura en voz alta, Juan José Arreola (eligió). Para conversar e influir mejor, N.D.
Lafuerza. Curso de redacción, G.
Martín Vivaldi. Construcción y escritura
de la Lengua Española, Miguel Salinas. Lengua
Castellana, M. del Toro Gómez. Gramática
española, tercer libro, Emilio Marín. La
educación del estilo, Paul C. Jagot. Curso
avanzado de composición, Moreno Lacalle. Gramática inductiva de la lengua española, Miguel Salinas. Cuentos, leyendas y poemas, Miguel
Salinas. El galano arte de leer, Miguel
Michaus. La fuerza de las palabras,
Selecciones del Reader´s Digest. Compossing
with style, Sr. AgnesPastva.
la
Hojita de la Crónica, órgano cultural de la Crónica y los
Cronistas Honorarios, sin frecuencia de aparición. Misión: promover la Historia
de Tlaquepaque. Fundador Bernardo Carlos Casas, 8 de enero de 2020.
Colaboradores fundadores: Vicente Moreno, Juan Manuel, José Antonio Galán
Amézquita, Bececé, NödeharD´Skrebir, Isaac Padilla. No. 29, 30 de noviembre de 2020.
bercar_casas@hotmail.com
https://cronistabernardoccasas.blogspot.com/
Se
respeta la libre expresión de palabra de los colaboradores
Es una publicación entretenida, pero más que eso, tiene gracia que los cronistas de Tlaquepaque editen esta Hojita, algo tan siqiera, ninguno de los demás municipios de Jalisco haceal menos esto.
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