martes, 21 de julio de 2020

La Hojita de la Crónica No. 13


la hojita de la
crónica
Fundador: Bernardo Carlos Casas      Tlaquepaque, Jal., 10 de julio de 2020                             No. 13

Llegamos a la edición número 13

El gusto que nos da llegar a este mágico numerito nos alienta a seguir adelante. Dicen que el martes 13, ni te cases ni te embarques, pero hoy es viernes, de modo, que ya la salvamos. De lo que no, nos podemos alejar mucho es del famoso cornavirus, fiel a las recomendaciones de los malvados que lo crearon, sigue adelante haciendo de las suyas. Que inventen virus contra las computadoras es pecado grave, pero que los hagan contra la humanidad es gravísimo, puede el monstruo volverse contra ellos, como en las películas del Santo.

Nosotros deseamos de todo corazón que ni usted, ni sus familiares ni amigos estén en el contagio. Ni que sus empresas ni negocios se hallen graves por este malvado asunto. Ya saldremos, ya verá, como salieron los antepasados de la Gripe Española y del Cólera Morbus.


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Cronistas cumpleañeros

Felicidades en julio para: Silvia Barboza Ramos por su cumpleaños el día 18. Para Aldo Armando Fierros Benítez el 30 por el mismo motivo, y para Félix Montero Ramírez el 31 de este mes.

Los Cronistas en acción

Por Nodehar D´Skrebir
Los cronistas honorarios de Tlaquepaque son un grupo formado por mujeres y hombres que buscan conocer y escribir la historia del municipio, enterrada en archivos y bibliotecas, contenida en la memoria de los viejos, escondida en arcones antiguos de añejas casas, o guardada en documentos amarillos en un cilindro de herrumbrosa hojalata, o viva en el diario acontecer de un pueblo. Todos estudian Crónica al lado del cronista. Ellas son algunas:

De Izq. Der.: Aurora Alcantar Gutiérrez, Carmen Ochoa Arana y Mireya Ramos Sánchez. (foto: José Rizo)


Ellos osn algunos:
         
 Félix Navarro Torres, Jaime Sandoval López y Epifanio Huerta Hernández.
(en el siguiente número todas y todos los demás)


Bueno, y dirán, ¿qué es un cronista? La respuesta no es mía, es de los que saben hacer descripciones de gentes y lugares. Dicen que cronista es un escritor que recopila y redacta hechos históricos o de actualidad en el género literario de CRóNICA. Pero ese afán tiene sus asegunes, digo yo, porque mire:

Con el afán de quedar bien, siempre habrá quien haga las cosas mal.

Había una vez una cierta Dirección de Cultura que, ante su falta de proyectos atrayentes propios, hacía suyas las ideas de los demás, sobre todo se le pegaban muy bien los pensamientos del cronista y de los cronistas honorarios.

De esa manera un día, el cronista le comentó a la DC que tenía una copia fiel de la Proclamación de la Independencia de la Nueva Galicia, en calidad de fina presentación, para ponerla  en manos de los regidores, del partido que fuera. El cronista llevaba el oficio elaborado, ya firmado por él, personalizado para cada regidor, solo requería en el oficio el visto bueno de Su Majestad, la directora, y ella le dijo: “no así, lo vamos a hacer de otra manera, el oficio lo firmo yo, y yo soy la que doy la cara ante los regidores” ella lo hizo, pero sólo para los regidores de su partido. Como si ella hubiera recopilado el documento.

Saludar con sombrero ajeno, se llama eso, pero así se hizo. Y como ésta, otras muchas, como el libro de los Niños Cronistas, idea del cronista, dada a Mr. X, por la directora, para que lo sacara adelante como brillante idea del gran señor X., hombre del partido político de ella. Salió el libro, yo lo vi, muy mal en ortografía, no se diga en estilo, pero peor en calidad de impresión, confirmo: CALIDAD DE IMPRESIÓN, no de acabado, porque eso  sí, pasta dura, papel couché y a todo color. Yo no digo nada, ca quen, como dijo mi abuela; no digo que el cronista lo pudo haber hecho mejor, no, fíjese bien que no digo eso, pero era su idea, y cuando uno lleva a cabo sus propios pensamientos, le pone ganas. Solo digo, eso sí, lo digo, lo redigo y lo recalco, que no se vale. Eso se llama chin… fladeras, porque el que se chifló fue el cronista. Su siempre amigo: Nodehar D´Srkrebir.
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¿BUSCA CALIDAD DE IMPRESIÓN?
 I  M  P  R  C  E  N  T  R  O
Es la solución
Herrera y Cairo no. 5, San Pedro Tlaquepaque, Jal.



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El gran escultor en barro, Don Esteban Ramírez Guareña, hombre de quien se llegó a decir que era tan hábil, o más, que Timoteo Panduro en el arte del retrato en barro. No lo dude. Aquí modela al encargado de la Oficialía Mayor de Cultura, Dr. Sigilfredo Hernández, en 1993, y note el gran parecido. Foto: Bernardo Carlos.





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Señores curas de la parroquia de San Pedro Tlaquepaque

Por José Antonio Galán Amézquita


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Reabrió el Parián

El día de los Juanes reabrió el Parián de SPT después de 96 días de tristeza, desolación, abandono y polvo. Fueron días terribles para meseros, mariacheros, cantadores y cantadoras, limosneros y vende chicles. Ni a quien servirle, ni a quien cantarle, todo cerrado y empinolado.

Ese día, Beto, el popular amigo Ramírez, ya subía, ya bajaba; ya entraba, ya salía; una mirada al gato y otra al garabato. “no hay mal que por bien no venga” —comenta—, esto será en beneficio del cliente: atención y servicio será nuestro lema. Y para empezar, ese día, la clientela fue mucha, en relación a la publicidad de apertura. Solo cuatro cantinas no abrieron por no cumplir con las reglas de apertura.

Los meseros todos amables en el servir, limpios en el vestir, brillantes en el calzado, con su comanda a llenar y su visor protector. Como soldados romanos, al mande usted del cliente que es el rey, y al mande usted del patrón que es el que paga. Ojo, señores y señoras porque el que a dos amos sirve, con alguno queda mal.

Qué decir de los cantineros, ese día y los siguientes vivieron en la gloria: cero borrachos en la barra. En ningún bar de la Cantina más Grande el Mundo, hubo servicio de barra. Los beodos de barra tuvieron que consumir sus heladas dentro del inmueble, en equipales sentados, sin grandes platicaderas, sin TV que ver, sin música que oír; por allá una bocina del sistema de audio difundía melodías del gusto general. Las que el sistema dijera, no las que el borracho pidiera.

Sin mariachis, sin norteño, sin cuartetos ni tríos, sobre su ceniza, como el Ave Fénix se levantó el Parián. Resucitó como Lázaro: flaco, con cara de muerto, y sin camisa, pero muy regados sus nuevos jardines, gracias a Beto Ramírez.

Vea el libro El Parián, se publicó hace 23 años, ya desde entonces el autor pugna con fuerza para que cambien de actitud dueños, cantineros, meseros y mariacheros. Hubo burlas, enojos, vituperios y casi escupitajos contra el autor. Hoy quieren hacer lo que hace dos décadas pudieran haber hecho.



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El malo de la película

Por Becece
Los hombres no nacen buenos ni malos, nacen y se acabó, el ambiente los modela. Hay un hombre que un día 3, de un mes como este, llegó echando bala al Parián y mató a varios. Los que escriben sobre Rodolfo Álvarez del Castillo “El Remington” lo hacen con la pluma de la pasión, sin tener una valoración previa de su persona para escribir con la pluma de la mesura.

Nosotros, como con ninguna de las plumas sabemos escribir, solo damos estos datos para que los biógrafos tengan un asidero más en que soportar lo que dicen. Son apuntes hasta ahora no consultados por los estudiosos de caso. Muchas de sus maldades, solo son leyenda, pero de que era algo especial, lo era.

El Remington, según foto de Google

Nosotros vamos a empezar por lo último para acabar con lo primero. Se ha dicho que fue muerto el 12 de diciembre de 1936. Ni fue muerto, ni fue el 12. El 10 fue baleado a una cuadra del Santuario de Guadalupe y muerto en el hospital civil el día 16 del mismo mes.

Sirve de base para afirmar lo anterior el periódico El Informador de los días 12 y 18 de diciembre de 1936.

Hay una persona interesada en saber más sobre el tema; es sobrino de un ahijado del Remington, se nombra Miguel, en internet. Dice que tiene la funda de la pistola del día 10 de diciembre cuando lo hirieron, que la funda tiene las iníciales del Remington en oro y plata y que ese día pretendía sacar una ametralladora Thompson de su auto cuando recibió las balas.

Eso pasó el 36. El año 1929, un día 3 de julio (no el año 1925, como se ha dicho) hizo varias muertes en el Parián de San Pedro Tlaquepaque. El Sol, un periódico calificado como de los mejores de su época en nota roja, en su edición del día 4, dice que como a las 21 horas del día anterior fueron muertos a balazos en Tlaquepaque Alfonso Cervantes, presidente de Zapotlanejo; Nicolás Barajas, ex jefe rebelde y Manuel S. Ortega, encargado de la  cantina La Gloria. Heridos hubo también: Avelino Martínez, policía que acudió al lugar de los hechos y la joven Josefina Flores que estaba sentada en el machauelo de la banqueta.

La cantina La Gloria se ubica donde ahora está El Imperial. La TV cultural de Aguascalientes hizo un buen reportaje sobre escenarios donde se grabó la película Ay Jalisco no te rajes, basada en una novela de Aurelio Robles.

Don Manuel Morales, cronista por Rancho Blanco hizo gestiones para la colocación del monumento a Manuel Esperón, frente al Salón Moctezuma. Esperón compuso la música para ese film.


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Acerca de la Hojita de la Crónica
Los modernos medios de comunicación nos dan la oportunidad de ir más rápido y llegar en el instante a cualquier parte del mundo. Por https://cronistabernardoccasas.blogspot.com/ se puede acceder a las publicaciones de la Crónica y los Cronistas Honorarios. En consulta del último de junio tenemos este cuadro: México 3122 consultas, Estados Unidos 521, Región desconocida 97, Hong Kong 31, Perú 22, Polonia 15, Guatemala 14, Argentina 13, Brasil 11 y Rusia 11. En total nos han visto en México y en el mundo 3857 veces.
Nos han visto más en otros lados que aquí porque aquí apenas sacamos unas cuantas copias para amigos y conocidos ante la falta de MÁIZ, (no de maíz) motivo por el cual el piojo y la pulga no se han casado.


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Apuntes para la historia de Tlaquepaque

Historias de ayer nunca antes comentadas

Por Bernardo Carlos

Historias de ayer nunca antes contadas son relatos sueltos que no se han publicado nunca, que siguen en los archivos como joyas de la corona sin pulir y forman parte de un todo.

Debemos de decir que SPT con su medio centenar de libros editados sobre diversos temas, ocupa un lugar importante en campo cultural de los municipios de Jalisco, sin embargo, hay investigaciones posteriores a esas publicaciones que no alcanzaron lugar, que no lograron quedar en ninguna edición, porque en su tiempo no se tuvieron a la mano.

La historia de un municipio se compara con una casa, donde bloque a bloque, o ladrillo a ladrillo se van amalgamando en la estructura para darle forma, sin embargo, siempre quedan huecos que se rellenan con supuestos o con mentiras en los libros y con mezcla de arena y cal en la arquitectura de una casa. Son objeto de falseamiento: se puede caer la casa, se puede desprestigiar el libro.

Esos datos sueltos son ahora para rellenar el vacío que se dejó en libros publicados por no tener el dato, son el ladrillo que hacía falta en el muro.

Vamos a tratar de darle un orden cronológico a esta columna que esperamos sea una de las favoritas de La hojita de la crónica.

1892, es el año en que eran munícipes propietarios Agapito Somellera, Cruz G. Borondón, Gregorio Enríquez, Pablo Pedroza y Ladislao Velázquez. Eran suplentes: Alvino Roldán, Jesús Rivera, Leocadio L. López, Gerardo Segura y Jesús Calderón. ¿Será acaso alguno de ellos pariente lejano de usted que lee esto? (Archivo Histórico Municipal, SPT)

1945, es el año en que se dota a Los Ranchitos de 700 hectáreas, 380 de riego y 320 de temporal, tomadas de la hacienda de San José del Valle y de la hacienda Del Cuatro. En base a la resolución presidencial del 10 de septiembre de 1935.
(Caja 2, leg. V, exp. 5-3. Archivo Histórico Municipal)

1952, es el año en que en un papel que adrede no tiene fecha ni firma, pero ahí está en el Archivo Histórico, el alcalde de entonces, Jesús Ruvalcaba, como autoridad tiene que dar fe de los ciudadanos que militan en Acción Nacional que viven aquí: Salvador Álvarez Iñiguez, Rosendo Gutiérrez Meléndez, J. Carmen Martínez Martínez, Elpidio Yáñez Martínez, J. Jesús Aceves Aceves, Pedro Barrera Barrera, Inés Reynoso Moreno, J. Jesús Zamudio Sánchez, Luis Castañeda Mena, José Arizaga, Magdaleno Zepeda Becerra, Lic. Francisco Ortiz García, Antonio Martínez y Martín Fierros. El documento tiene la antefirma de Jesús Ruvalcaba, pero no su nombre, como si le avergonzara tener que dar esos datos. La solicitud de confirmación la envió al presidente del partido Germán Galán el 23 de octubre de 1952 y ellos son integrantes de la planilla que postula el PAN. Sesionaban en Rosales 6 y su lema: “Por una patria libre y generosa” (Leg. 7, exp. 76, AHT)

(Familia de don Rosendo Gutiérrez Meléndez, cortesía del Ing. Gabriel Gutiérrez Franco)


De la hacienda del Cuatro toman terreno para el ejido de Los Ranchitos. Esa hacienda desde la Colonia fue productora de de alimentos para la ciudad de GDL. Hoy, el casco, es sede de los Misioneros de Guadalupe por donación que hicieron sus herederos al grupo religioso.

(foto: Bernardo Carlos)


Los Ranchitos es ahora la Delegación López Cotilla.


La Hojita de la Crónica, órgano cultural de la Crónica y los Cronistas Honorarios, sin frecuencia de aparición, Misión: promover la Historia de Tlaquepaque. Fundador Bernardo Carlos Casas, 8 de enero de 2020. Colaboradores hasta el momento: Vicente Moreno, Juan Manuel, José Antonio Galán Amézquita, Becece y NödeharD´Skrebir.  No. 13,  10 de julio de 2020. bercar_casas@hotmail.com



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